RESUMEN
INTERCULTURALIDAD Y EDUCACIÓN INTERCULTURAL EN MÉXICO
En México, la
interculturalidad constituye un campo aún emergente tanto de la investigación
académica como de la planeación política e institucional así como de la
intervención pedagógica.
La denominada
“educación intercultural”, la pretensión de “interculturalizar” tanto el
currículum como la praxis escolar en las sociedades occidentales, no
constituye una mera adaptación a la “multiculturalización de facto” de
estas sociedades, ocasionada por los movimientos migratorios (Glazer y
Moynihan, 1963). El multiculturalismo forma parte de un proceso más amplio y
profundo de re-definición y re-imaginación del Estado-nación de cuño europeo,
así como de las relaciones articuladas entre el Estado y las sociedades
contemporáneas.
En los últimos
años hemos asistido a un espectacular incremento de los temas relacionados con
el carácter multicultural de las sociedades hasta ahora consideradas
“monoculturales”. Con ésta u otras expresiones equivalentes, han surgido
reflexiones e investigaciones por parte de profesionales de diversos campos,
pero muy especialmente de las ciencias sociales. Algunos sostienen que este
nuevo ámbito de estudio está estrechamente relacionado con el resurgimiento y
la redefinición de las identidades étnicas indígenas, en el contexto del así
denominado “postindigenismo” latinoamericano. Otros insisten en que son más
bien los nuevos flujos migratorios del Sur hacia el Norte los que han obligado
a que se replanteen no pocos aspectos que configuran nuestra vida social y
cultural desde ámbitos disciplinares muy diversos: del derecho, la historia, la
sociología, la genética, la antropología y la pedagogía.
La diversidad
cultural, concebida convencionalmente como el producto de la presencia de
minorías étnicas y/o culturales o del establecimiento de nuevas comunidades
migrantes en el seno de los “clásicos” Estados-nación de cuño europeo, es
estudiada en contextos escolares y extraescolares, en situaciones de discriminación
que reflejan xenofobia y racismo en las distintas esferas de las sociedades
multiculturalizadas.
De esta forma, los
nacientes estudios interculturales reflejan el éxito alcanzado por el
multiculturalismo en su estrategia de visualizar y tematizar la diversidad
cultural en cualquier ámbito de las sociedades contemporáneas:
El
multiculturalismo se entiende mejor como un proyecto político y, como tal,
abarca estrategias, instituciones, discursos y prácticas encaminadas a hacer
frente a una realidad multicultural (Grillo, 2007: 987).
El
multiculturalismo forma parte de un proceso más amplio y profundo de
re-definición y re-imaginación del Estado-nación de cuño europeo así como de
las relaciones articuladas entre el Estado y la sociedad contemporáneas.
La
interpretación multicultural de los problemas educativos denota, por tanto, un
fuerte sesgo culturalista, lo cual nos remite a la necesidad de retomar y
reformular lo que desde la antropología entendemos por cultura y por identidad.
Indagando en
dichas “gramáticas de la diversidad”, entendidas éstas siempre de forma
contextual y relacional, se evidencia la arriba mencionada homología
estructural entre el nacionalismo hegemónico, por una parte, y el
multiculturalismo originalmente contestatario, por otra parte. Ambos
constituyen respuestas institucionales específicas al desafío del pluralismo,
de la diversidad y heterogeneidad etnocultural. Esta homología y similitud estructural
entre ambas tradiciones político-ideológicas hace posible que el discurso
acerca de la “educación intercultural”, una vez que haya sido institucionalizado
y academizado, no sólo “migre” del ámbito de las reivindicaciones sociales al
de la teorización académica y de la “intervención” pedagógica. Ala vez, la
interculturalidad programática se vuelve “exportable” a otros contextos
académicos tanto como educativos a través de redes crecientemente
transnacionales (Mateos Cortés, 2009, 2011).
La
divergencia cultural muestra que en el momento en que se acoge el “nuevo”
discurso se crean variaciones o asimetrías tanto en los contextos como en los
sujetos de recepción.
La categoría
remite a la “tradición de conocimiento” que guía a los miembros de los grupos:
es el trasfondo, la forma de pensar con la que se identifican. El modelo
cultural interno da elementos para explicar la forma en que las personas
piensan y actúan.
NOTA DE CLASE:
- La “educación para la tolerancia” o para el “entendimiento intercultural” constituye el primer intento de ampliar la interculturalización educativa, incluyendo entre sus destinatarios también a los educandos provenientes de la sociedad mayoritaria.
- La Educación Multicultural ignora elementos tan importantes en las relaciones sociales como la posición económica de las minorías en relación con la mayoría blanca, la diferencia de una y otra en el acceso a los recursos y la discriminación que se produce en aspectos tales como el empleo, la vivienda, la educación o las relaciones con la policía según se pertenezca a una u otra población.
- La divergencia cultural muestra que en el momento en que se acoge el “nuevo” discurso se crean variaciones o asimetrías tanto en los contextos como en los sujetos de recepción.
- El multiculturalismo forma parte de un proceso más amplio y profundo de re-definición y re-imaginación del Estado-nación de cuño europeo así como de las relaciones articuladas entre el Estado y la sociedad contemporáneas.
EVIDENCIA:
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